¿Cómo transformar la Argentina? ¿Qué podemos hacer para salir del estancamiento? ¿Cuáles son los grandes desafíos para lograr un desarrollo inclusivo y sustentable? Estas son las preguntas que guían el trabajo de Fundar. Acá vas a encontrar algunos proyectos con los que intentamos responderlas.
La agenda hacia el desarrollo es para nosotros una agenda progresista. Por definición. Y sabemos muy bien que nos tenemos que embarrar para dar esa conversación. No se conversa desde la torre de marfil. Se conversa con los decisores de política en todos los niveles de gobierno, escuchando al otro en sus necesidades concretas.
En Argentina hay un espacio vacante para ocupar. O mejor dicho: hay un espacio a construir por prepotencia de trabajo. Y de talento también, sin falsas modestias. Fundar es un think tank que reúne a profesionales en cinco áreas de políticas públicas. Le tocó nacer en medio de la pandemia, aunque lo pensamos y lo deseamos desde mucho antes. No hay un momento ideal para hacer lo que se quiere hacer. Y está muy bien que así sea.
¿Qué vinimos a hacer? En principio, a expandir la agenda progresista en su conexión con la comunidad de expertos y académicos que trabajan esos temas. Como todo think tank, Fundar es, y aquí no hay novedad, un proyecto tecnocrático. Pero lo es sobre la base de valores muy claros, en una ubicación dentro del compás político que por implícita no es menos precisa.
En Fundar decimos “desarrollo inclusivo y sustentable” como atajo cognitivo. Pero enseguida agregamos también “péndulo”, “restricción externa”, “política de desarrollo productivo" e "inversión en ciencia y tecnología conectada con el aparato productivo”. Ahí están las señas y los guiños que denotan un universo, una tradición de la que somos parte.
La agenda hacia el desarrollo es para nosotros una agenda progresista. Por definición. Y sabemos muy bien que nos tenemos que embarrar para dar esa conversación. No se conversa desde la torre de marfil. Se conversa con los decisores de política en todos los niveles de gobierno, escuchando al otro en sus necesidades concretas. También, más allá del ámbito estatal, con los empresarios que toman decisiones de inversión y con nuestros pares y colegas de la sociedad civil, como los centros de estudios y think tanks que nos preceden, de los que tenemos tanto que aprender.
Nadie nace del vacío. Hubo otros antes que nosotros, de suerte dispar. La tarea que tenemos por delante es demasiado compleja para encararla en soledad. Fundar nace articulando con otras organizaciones pares y colegas que comparten una misma agenda de valores. No nos moviliza la competencia por espacios escasos. No venimos a disputar unas pocas sillas. Vinimos a sumar, a trabajar en temáticas inexploradas o que no suelen estar en el radar de la discusión pública.
Desde el comienzo, partimos de una reivindicación de la política democrática como lugar privilegiado de la decisión de políticas y de la transformación social. Fundar tiene la voluntad expresa de articular con y para la política y los funcionarios de todos los niveles y procedencias partidarias, reconociendo que existe una persistente polarización con dos familias políticas enfrentadas. Tenemos una férrea voluntad de trabajar con los dos polos democráticos, trazando diagonales todas las veces que haga falta, y ocupando una posición clara y precisa si la hora lo demanda.
La funcionaria, el decisor, corren contra el tiempo. No tienen tiempo porque en la gestión no lo hay. Gestionar es sobre todo gestionar la falta de tiempo. No hay doctorado ni calificación previa que valga en estas condiciones de la política, del país, ni bajo las capacidades estatales que supimos construir. En la gestión todo es para ayer. Muchos de nosotros estuvimos en ese lugar. Fuimos el entusiasta recién llegado que viene a transformar el mundo, pero su voluntad se desgasta. Se frustra las más de las veces. Por eso, Fundar viene a producir tiempo y a expandir los horizontes de lo posible. Parar la pelota, levantar la cabeza y abrir la cancha.
Esas acciones tan particulares y específicas que solo los Estados pueden realizar, y que llamamos políticas públicas, se originan en la intersección de tres milagros simultáneos: cuando se conjugan una propuesta concreta, una decisión política que la empuje, y las capacidades estatales para transformarla en acto. Si una de las tres falta, el castillo se derrumba, la innovación de políticas no sucede y quedamos paralizados en el statu quo.
Fundar trabaja en el qué hacer y en cómo hacerlo. Estos son los vectores que nos movilizan, por los que nos levantamos todos los días a trabajar en una agenda aplicada a las políticas públicas del país, para este momento, en estas condiciones, con estos jugadores.
En este Anuario encontrarán una serie de temas incómodos para la cosmovisión progresista promedio. Coordinación salarial para frenar la inflación. Sustentabilidad del sistema previsional. El debate sobre ambientalismo y desarrollo productivo bajo un enfoque que atienda al desafío verde y al macroeconómico. Reforma del sistema de salud. Los algoritmos y la gestión de lo público, que implican una reforma de la administración gubernamental en sus procedimientos y reglas. Un análisis basado en datos y perspectiva comparada sobre la inversión en protección social en los últimos veinte años. Ninguno de estos temas es cómodo ni sencillo. Es necesario entenderlos, llevarlos de forma clara a la ciudadanía y sentarse a conversar, para repensarlos y proponer soluciones ajustadas a lo que necesitamos.
Argentina no es un país “sobrepensado y subejecutado”, como algunos colegas y amigos sostienen. Al menos no lo es de forma evidente. En muchos temas centrales todavía, preocupantemente, no sabemos qué hacer. O solo sabemos el título general, pero no pasamos al doble clic. Fundar viene a aportar en la construcción colectiva de la bajada y del texto general. Siempre basados en evidencia, con perspectiva comparada y análisis cuantitativo. Nos guía la convicción de que la fórmula del desarrollo argentino sustentable se construirá solamente con más y mejor inclusión.